miércoles, 21 de enero de 2015

Deja de preguntar por qué

Deja de preguntar por qué.
No intentes buscar una explicación al hecho de que nunca estemos en el mismo lugar
y tampoco intentes descubrir porqué cuando visitamos sitios comunes
no lo hagamos a horas exactas.
Lo sabes. Tú, como yo, sabes que hubo un tiempo en el que nos dedicamos a hacer nudos entre nosotros
y también sabes que cuando alguno de los dos conseguía deshacer uno,
cuando estábamos a punto de acortar esa distancia unos centímetros,
en el otro extremo, tú o yo, andábamos anudando de nuevo.
Creamos una especie de puente, cada vez más complicado y más extenso,
y a veces dejamos pasear a gente por él
sin darnos cuenta que al pasear, también pisaban.
Mientras, nosotros deambulábamos sin dar pasos concretos
pero tampoco teníamos el valor de derrumbar aquel espacio que nos separaba.
No éramos, si quiera, capaces de acabar con lo que nos quedaba. Y eso que era casi nada.
Por todo eso, deja de lanzar interrogantes.
No me salvaste, no te salvé.
No te salvaste, no me salvé.
No nos salvamos.
No preguntes por qué. Yo, en ocasiones, tampoco lo sé.

4 comentarios:

  1. Es precioso, y realmente sincero. Las relaciones son tan complicadas, que cuando intentas salvar al otro te hundes tú y viceversa.

    Un saludo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras. Y totalmente de acuerdo con tu comentario.
      Saludos!!!

      Eliminar