Barbate. Casco histórico. Noche de las velas. 2016. |
Me desoriento con facilidad,
y a conciencia, por callejones.
Ya no me asusta la noche
ni que apenas un haz de luz sirva de guía.
Yo, que caí en pozos sin fondos
y me arrojé a tu vacío sin que hicieses nada por salvarme,
camino con paso firme:
con el cielo bajo los pies
cuando mi cabeza se muda a las nubes;
con la tierra sobre mis pensamientos
si de ponerme seria va la historia.
Camino como quien sabe a dónde va,
aun cuando el trayecto señala una calle sin salida:
dar marcha atrás y desandar algunos pasos
no es siempre una desafortunada elección.
Y allí, en la línea de salida,
fue donde descubrí que mil calles no llevan hacían ti
- en contra de la canción-,
pero que todas las calles por las que transito dan al mar
y en él, incluso cuando se cierne la oscuridad,
impera la luminiscencia.
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