domingo, 16 de octubre de 2016

A favor de la palabra

“Las palabras son mentiras, trampas”.

No, la palabra tiene que ver con la lingüística, o con la representación gráfica de aquello a lo que se refiere. Un conjunto de letras, un grupo de fonemas, que reunidos y junto a otras palabras comunican nuestro mundo y nuestro ser.

Las palabras solo son mentiras en algunas bocas; y confusiones en algunos oídos. Y se vuelven trampa cuando nos dejamos enredar en ellas sin usar la razón, sin comprenderlas ni valorarlas. Pero es nuestro error; ellas solo cobran vida cuando decidimos articularlas o escribirlas.

Mas, si aquella afirmación fuera cierta y las palabras son mentiras, ¿a quién engaño cuando escribo? Quizá sea víctima de mis propios embustes, cuentacuentos sin historia veraz y sin remedio; diccionario vacío en un cuaderno escrito, compositora sin significado ni significante…

Y si así fuese, ojalá caigas en la trampa alguna vez y te dejes liar por la duda, el deseo, la afirmación, la emoción, la reflexión y el sinfín de expresiones implícito en cada una de ellas.


Y si así fuese, ojalá también las uses con ganas y con pasión, con compromiso, libertad, tolerancia y respeto; y crees historias y en el debate de si mentira o realidad, sueñes con ellas y con ellas hagas soñar.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario