Amores eternos de un rato
¿Qué fue si no aquella noche?
Apenas un rato comparado con el resto de la vida.
Aunque ajustásemos las sábanas
con la intención de quedarnos a vivir allí,
desordenándonos, sin embargo, la existencia.
Haciéndonos promesas que se nos quedaron en los labios,
organizando viajes que no llegaron más allá de nuestra piel.
Y a pesar de eso,
las caricias que salieron de tus manos
se quedaron tatuadas en mi alma
y tus palabras no se las llevó el viento
y no apagaste la luna
y me sigue mirando de vez en cuando.
Amores eternos de un rato: efímero el amor, extenso el recuerdo.
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