sábado, 3 de diciembre de 2016

Sujetaba con firmeza el volante...

Sujetaba con firmeza el volante. 
Sus manos sabían a donde llevarme,
y coincidía exactamente 

con el lugar al que quería dirigirme.


Sus manos. 
Aquellas que acariciaban los puntos cardinales de mi cuerpo,
y que ahora acortaban la distancia 
para que yo llegase a tiempo a su vida.

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