sábado, 26 de marzo de 2016

Bipolaridad emocional



Te he pedido que me olvides
cuando yo empiezo a quererte.
He deseado que me quieras
cuando simulo olvidarte.
Y te quiero sin olvido aunque, a ratos,
yo me olvide de quererte.

Si no vas a saber estar...

Si no vas a saber estar
cuando a mi primavera se le cuele un invierno,
no aparezcas tampoco cuando la vida decida hacer de todos mis días
un atardecer de verano

Voy a dejarme ganar...

Voy a dejarme ganar
por tu particular manera de quererme

Quisimos usar la razón para esta historia...


Quisimos usar la razón para esta historia,

y ahí fue cuando todo perdió sentido...

Y si me cortan las alas...

 ...y si me cortan las alas 
solo tendré miedo por no poder a volver a volar juntos...

¿Algo que duela más...?

¿Algo que duela más que algunas verdades?
Las mentiras que te cuentan cuando ya conoces la realidad

Pintaba sus labios y sonreía...

Pintaba sus labios y sonreía mucho, todo el tiempo. 
Y así era como conseguía ocultar 

que la tristeza se había mudado a vivir en su mirada

Voy a fabricar un puente con palabras...

Voy a fabricar un puente con palabras
y ese será el lugar donde encontrarnos
cuando la distancia nos separe...
                                  y nos supere. 

El tiempo no siempre lo cura todo...

El tiempo no siempre lo cura todo,
pero, a veces, nos da motivos
para reconciliarnos con la vida

Creo en las miradas que se cruzan...

Creo en las miradas que se cruzan 
y no necesitan añadir palabras para llegar a comprenderse.
Creo en el deseo y la pasión, o necesidad, 

ocultas tras las manos que buscan rozarse.
Creo en las carcajadas compartidas por todo y por nada.
Creo en el concepto de querer bien, que va más allá de saber decir te quiero...
Por eso no creo en este San Valentín que impone una fecha, un lugar y una persona y sí en el amor...porque a lo ilimitado, no se le puede poner límites.

Tú y yo. Nuestras circunstancias...

Tú y yo.
Nuestras circunstancias.
Dos caminos paralelos destinados a no encontrarse.
Y, con todo en contra, nuestras vidas decidieron coincidir.

Se nos quedó un te quiero en el aire...

Se nos quedó un te quiero en el aire.
Nuestras ganas no fueron capaces de alcanzarlo...
y, ahora, mis letras tampoco consiguen atraparlo.

Hay tristezas temporales...

Hay tristezas temporales que terminan pasando
y tristezas que, aunque apaciguadas, duran toda la vida.

Escuchar cómo el corazón...

Escuchar cómo el corazón se parte como si fuese un cristal 
que queda destruido en diminutos trozos que no pueden recomponerse.
Coger uno de ellos, con fuerza, 

mirar al horizonte y trazar en la tierra el camino a seguir.

Alguien quiso saber que sucedió...

Alguien quiso saber qué sucedió.
Yo le expliqué que se interpuso un fuerte viento entre nosotros
y que llegó para despejar todas las dudas.
Y así fue como echamos a volar...
                                  en distintas direcciones.

¿Y si vivimos...?

¿Y si vivimos con ilusión cada día
y hacemos magia todas las noches?

Estoy preparando el equipaje...

Estoy preparando el equipaje. 
No vengas cuando tenga las maletas hechas. 
No hay espacio para una tristeza más, 
ni tiempo para otra despedida en la que no nos atrevamos a decir adiós. 
Saldrán decenas de trenes a la misma hora;

en el que yo partiré se han vendido todos los billetes 
y, sin embargo, siento que hay un hueco vacío en el vagón en el que viajo.
Mi suerte es que los trenes no dan marcha atrás 

y cuando arranque yo solo podré contemplar el horizonte que me espera, 
inventaré un destino cualquiera y me imaginaré en algún lugar. Sin ti. 
Y sin que sepas dónde fui, cómo soy, qué pasará...

Me enredé en un laberinto de letras...

Me enredé en un laberinto de letras y ya no sé salir de él;
ellas tampoco saben a donde van.
Ni a quién.
Ni yo.