Hoy he
sido consciente de que ha llegado el otoño. Ya sé que hace algo más de una
semana que cambiamos de estación pero hasta que el cielo no se ha mantenido
gris todo el día y las hojas de los árboles han brillado durante horas por el
agua que las empapaba no he querido darme cuenta. La jornada de hoy, sin
embargo, tiene todos los ingredientes de esta época: me apetece mirar tras el
cristal e imaginar cómo serán los días venideros y, aunque no llega a hacer
frío, tampoco sobrará la primera manga larga de la temporada; hoy hace acto de
presencia la melancolía, es decir, me acuerdo de ti mucho más de lo que lo hice
ayer y siento que quiero acurrucarme junto a ti en el sofá. Hoy necesito hacer
café (o té) para dos y me gustaría tomarlo mientras leemos poesía. Mientras
leemos a Benedetti.
Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno
nos escombre
entremos a codazos en la
franja del sol
y admiremos a los pájaros
que emigran
ahora que calienta el
corazón
aunque sea de a ratos y de
a poco
pensemos y sintamos
todavía
con el viejo cariño que
nos queda
aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se
congele
y no haya sitio para la
belleza
porque el futuro se nos
vuelve escarcha