A ver
cómo te explico que tengo necesidad de sentirte y que preciso que me notes. A
ver cómo te explico que requiero de tu genialidad para inspirarme, de tu
ingenuidad para enternecerme, de tus palabras para hacerlas mías y seguir
describiendo mi mundo.
A ver
cómo te explico que he señalizado todos los caminos que llegan hasta mi alma y
que la puerta está entornada esperando a que pases, y que no es necesario que
llames porque te está esperando a ti. Solo a ti.
Si
decides pasar, a ver cómo te explico que voy a necesitar que tus manos me
sostengan en innumerables ocasiones, que habrás de estar alerta para prevenir
mis absurdas recaídas, que deberás alentarme y prestarme tus ganas porque solo
así conseguiré llegar a la meta. A ver cómo te explico que tendrás que
conseguir que borre parte de mi pasado; a ver cómo te explico lo que ha sido
inexplicable.
Pero
hay más.
A ver
cómo te explico que también tendrás que adornar con sonrisas nuestra existencia
conjunta, y que mi copa precisará de la tuya cada vez que haya algo que
festejar. A ver cómo te explico que quiero leer poesía junto a ti, que a veces
te dejaré escoger la película de los domingos y otras veces tendrás que dejar
que decida yo, y que tendremos que ir a algún concierto para cantar hasta
perder la voz. A ver cómo te explico que seré dichosa cuando conversemos con un
café de por medio, y cuando me saques a bailar, y cuando nos reunamos con
amigos y en algún momento el brillo de tu mirada me traspase.
A ver
cómo te explico que querré una caricia tuya todos los días, que tu rostro
tendrá que ser lo primero que vean mis ojos cada amanecer y que, tras ese
instante, solo podrá tener cabida un beso; a ver cómo te explico que habrás de
llenar los anocheceres de pasión, que tendremos que pasear juntos por nuestras
ciudades predilectas, que deberás descubrirme maravillosos lugares y que estarás
obligado a hacer de cada jornada una nueva aventura que merezca la pena
experimentar.
A ver
cómo te explico que si consigues todo eso no podré dejarte escapar, no querré que
te marches, no permitiré distancia entre nosotros. A ver cómo te explico que
solo entonces rozaré eso que se denomina felicidad. A ver cómo te explico que,
al final, tendré que decirte que te quiero.
A ver cómo te explico que te odio por escribir estas cosas y hacer que los sentimientos se me remuevan. Me encanta la versión poeta de mi Wikileti, es genial :)
ResponderEliminarGracias amiga Laura, aunque ya sabemos que la ganadora de concursos de microrrelatos eres tú! ;)
ResponderEliminar