“No
hace falta que te preocupes por mí”, dijo ella. Y continuó: “he olvidado en
tantas ocasiones que no creo que una más me suponga nada. Intuyo que el ritual
será similar al de las veces anteriores, las ya vividas: necesitaré vino, y
whisky, para ahogar las heridas; y la charla con un amigo que me ayude a buscar
los defectos que yo no te encontré. Escucharé solo las canciones que yo considere
que hablan de nuestra historia. Las noches me resultarán tan largas que tendré
que pasar alguna llorando bajo la almohada hasta cansarme, y los amaneceres
perderán su encanto, y los días serán oscuros aun cuando el sol brille… Estaré
insoportable, más de lo normal; leeré una y otra vez tus mensajes intentando
encontrar la respuesta que sacie a este porqué, y desearé verte lo mismo que no
verte…
Pero no
te preocupes, no importa, porque al final es verdad que todo pasa, puede
incluso que el tiempo lo cure todo, y llegará un momento en el que ya no duela
o, al menos, no duela tanto como en este presente. Me acostumbraré a que no
estés y comprenderé, una vez más, que la vida siempre sigue y que no se para
por nada, ni por nadie. Afortunadamente.”
¿Un protos? :P Mañana mismo voy a por una botella y añado dos de ginebra, BDD, poemas, risas y un atardecer caletero, que ese quita todas las penas :) Con estas modificaciones voy a seguir este ritual, a ver si a mí me funciona y voy dando carpetazo a más de una historia, jaja
ResponderEliminarIncreíble como siempre, Wikileti :)
No te imaginas como necesito dosis gaditana... Siempre lo he dicho: Cádiz es mi quitapenas, y mi impulso para todo! Así que habrá que plantear una escapada pronto (y para mi, pronto es pronto!) jajaja :)
ResponderEliminar