domingo, 17 de noviembre de 2013

No pasa nada y si pasa, se le saluda.

Tengo algo abandonada la lectura (la que se hace por placer) pero también estaba deseando tener entre mis manos la nueva novela de Raquel Martos. Así que en cuanto me hice con ella, algo que además sucedió en la primera tarde de este frío casi invernal, no tuve más remedio que devorarla.

No pasa nada y si pasa, se le saluda es un libro en el que Clara, su protagonista, reflexiona sobre aquellos temas en los que cualquiera puede pararse a pensar cada día: familia, amigos, relaciones, trabajo, la situación actual...  Y lo hace de una forma tan sencilla y cercana que es imposible no sentirte vinculada al personaje, no estar de acuerdo ante determinadas cuestiones, no indignarte por ciertos capítulos vividos por Clara. Se hace también muy difícil no comparar tu propia historia con la de la protagonista, porque seguro que en más de un momento encuentras situaciones que te resultan muy familiares.

Raquel Martos ha creado una historia que conmueve y emociona, pero que además divierte y entretiene. Es capaz de sacarte una sonrisa y también algunas lágrimas. Pero sobre todo, nos encontramos con un libro que deja un agradable sabor de boca y un mensaje optimista al hablar de cambios, de oportunidades, de la necesidad de romper con todo aquello que nos duele y nos hace daño.

Como siempre, elijo una frase. En esta ocasión, me quedo con esta: “La vida es lo único que tenemos y el momento es el que nos toca. Te ha tocado este, se siente, te jodes, lo coges o lo dejas, vives la vida o te tiras por el balcón”. 

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