Tengo
algo abandonada la lectura (la que se hace por placer) pero también estaba
deseando tener entre mis manos la nueva novela de Raquel Martos. Así que en
cuanto me hice con ella, algo que además sucedió en la primera tarde de este frío casi
invernal, no tuve más remedio que devorarla.
No pasa nada y si pasa, se le saluda es un libro en el que Clara, su
protagonista, reflexiona sobre aquellos temas en los que cualquiera puede
pararse a pensar cada día: familia, amigos, relaciones, trabajo, la situación
actual... Y lo hace de una forma tan
sencilla y cercana que es imposible no sentirte vinculada al personaje, no
estar de acuerdo ante determinadas cuestiones, no indignarte por ciertos
capítulos vividos por Clara. Se hace también muy difícil no comparar tu propia
historia con la de la protagonista, porque seguro que en más de un momento
encuentras situaciones que te resultan muy familiares.
Raquel
Martos ha creado una historia que conmueve y emociona, pero que además divierte
y entretiene. Es capaz de sacarte una sonrisa y también algunas lágrimas. Pero
sobre todo, nos encontramos con un libro que deja un agradable sabor de boca y
un mensaje optimista al hablar de cambios, de oportunidades, de la necesidad de
romper con todo aquello que nos duele y nos hace daño.
Como
siempre, elijo una frase. En esta ocasión, me quedo con esta: “La vida es lo único que
tenemos y el momento es el que nos toca. Te ha tocado este, se siente, te
jodes, lo coges o lo dejas, vives la vida o te tiras por el balcón”.
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