Ella se cansó de las miradas, de las sonrisas
cómplices, de las palabras bonitas y los halagos; se cansó de los planes
presentes y de los viajes futuros. A ella comenzaron a cansarle los momentos
compartidos con copas de por medio…
Ella quedó agotada de luchar sola o por nada, de no
encontrar un desenlace feliz a una historia que en el fondo no era tan
complicada, de entregarse a todas horas para que la recompensa fuese tan
efímera…
Ella se hartó de que él prefiriese enredarse en
laberintos para llegar a la meta, de las excusas injustificadas, de la ayuda
en vano...
Ella, al final, se cansó de esperar que él tuviese
valor para atravesar las puertas de su corazón.
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