jueves, 24 de octubre de 2013

24 de Octubre

En este día en el que toca defender la educación, porque aún no nos hemos enterado de que debería ser intocable, me he levantado acordándome de "La historia de la gran torre" que Augusto Cury incluye en su obra Padres brillantes, maestros fascinantes. Me la narraron hace unos meses (por cierto, una profesora de la escuela pública enamorada de su profesión y defensora de la enseñanza) y aunque no deja de ser un cuento al que no le falta alguna dosis de utopía, es también muy revelador y nos lleva a comprender la importancia no solo de la educación sino también el papel fundamental de los docentes dentro de la sociedad.

Comienza así (y os animo a que la busquéis y la leáis):

Si la mitad del presupuesto de gastos militares de todo el mundo se invirtiera en educación, los generales serían jardineros, los policías poetas y los psiquiatras músicos. La violencia, el hambre, el miedo, el terrorismo y los problemas emocionales estarían en las páginas de los diccionarios y no en las de la vida...

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