jueves, 19 de marzo de 2015

Voy a seguir escribiéndote...

Yo pensaba que siempre sería la protagonista de tus escritos o que todas las páginas en blanco que rellenases me las dedicarías. Y fíjate, soy yo la que no deja de escribirte porque esta es la única manera que se me ocurre para que nuestra historia de amor, del amor más puro y verdadero que existe, no se acabe nunca. A pesar de la muerte. Y a pesar, también, de la vida.

Así, rodeada de letras es como más te siento. Te encuentro en las obras de García Márquez, Cortázar o Javier Marías. Y, en ocasiones, la biblioteca que hiciste para mí me regala frases señaladas en inesperados libros que me cuentan cómo te sentías entonces, cómo pensabas, tus miedos...

Estás también cada Febrero: en cada copla una emoción diferente y el recuerdo de que esa pasión te la debo primero a ti. Se manifiesta entonces el dolor porque nunca pudimos compartir una noche interminable entre ladrillos coloraos. Y aparecen las promesas que me hice: voy andar todos los caminos que inventamos juntos aunque no sea de tu mano. Todos. Como hasta ahora he intentado hacer.

Me acuerdo también que me enseñaste que las pequeñas dudas la resolvían los diccionarios y aprendí que para los grandes interrogantes a veces ni si quiera una vida entera es suficiente. Nos faltaron verbos que usar juntos y conjugaciones. Nos faltó tiempo. Y no solo tiempo verbal. Por eso no voy a dejar que te falten relatos y versos. Seguiré lanzando besos por si los recoges y le guiñaré un ojo a las estrellas por si al final, como creo, te apropiaste de alguna.


Suena Sabina. Te imagino en la habitación de al lado haciendo tuyas las palabras del maestro. También tu voz era peculiar y cantaba dejándose llevar sin importarle cuán alto estaba haciendo sonar la música. Aquellos últimos tiempos nosotros seguíamos deleitándonos con el disco Yo, mi, me, contigo y repetíamos eso de: "y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres...". Luego descubrí que de amor uno no se muere, aunque sobren las ganas alguna vez, así que tiempo después me puse a escuchar el álbum 19 días y 500 noches y en una de sus canciones di con una frase que te dedico a cada momento: y es que es verdad "que todos los días tienen ese instante en que me jugaría la primavera por tenerte delante".

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